De acuerdo con la CEPAL, las pequeñas y medianas empresas representan el 99% del total de firmas en América Latina y emplean al 67% de los trabajadores, sin embargo, bajos niveles de productividad, dificultades de financiamiento y la mínima adopción de procesos innovadores son las principales falencias
Ante un entorno económico mundial de gran incertidumbre, las perspectivas para AL son aún positivas. Si bien, elProducto Interno Bruto de la región creció 4,4% en 2011 en 2012 se estima que apenas alcanzará el 3,2%, pero los países de la zona están en la capacidad de implementar políticas contracíclicas en caso de requerirlo.
De acuerdo con Ángel Gurría, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), “ahora es el momento para que América Latina abrace el cambio estructural, aproveche las reformas ya realizadas y siga avanzando en la reducción de la desigualdad y el fortalecimiento del crecimiento económico. El contexto global demanda un cambio estructural para aumentar la productividad en la región”.
En este sentido es fundamental la implementación de políticas públicas que fortalezcan a las pyme de la región y las incluyan dentro de la estructura productiva, de manera que se logre avanzar en temas como el aumento de la productividad, mediante la diferenciación de los productos y la inclusión de valor agregado, que es lo que sigue golpeando fuertemente a los empresarios.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “el uso más intensivo de las TIC puede ayudar a que las pymes eleven su competitividad, se inserten con menores costes en los mercados internacionales y mejoren su gestión. Más allá de los teléfonos fijos y celulares, hay aún importantes brechas entre las pequeñas y medianas empresas y las grandes firmas en el uso de tecnologías más avanzadas, como poseer sitio web o intranet y tener acceso a banda ancha”.
No obstante, la inclusión de las TIC y el mejoramiento de procesos requieren de cierta inversión, con relación a esto, las más pequeñas no tienen la capacidad para acceder a la financiación en las mismas condiciones que las compañías más grandes. Aunque en países como Colombia ya se están generando iniciativas para la cofinanciación de proyectos de emprendimiento e innovación con un componente especial dirigido a pymes, aún hay mucho espacio en términos de instrumentos de apoyo impulsados por la acción pública.
La respuesta, en cierta medida, está en generar una mayor articulación productiva en la que se implementen clusters y cadenas globales de valor, que le permitan a las pyme ser más productivas y competitivas teniendo en cuenta el importante rol que juegan en la economía regional.
Fuente: MisionPyme.com